martes, 12 de agosto de 2014

Caliche


Nada más llegar a la estación de autobuses, nos recibieron las hermanas y nos llevaron a lo que sería nuestra casa durante unos días. Una casa humilde y sencilla pero muy acogedora.

 
El caliche, es uno de los barrios que más nos ha llamado la atención en cuanto a la vida que allí se vive; delincuencia, robos, drogas, personas que al no tener papeles no existen, solo la gente que trabaja con ellos, escuchan su voz...  Aun así el proyecto con el que Karit colabora, El Colegio Madre Asunción sigue adelante, son muchas familias las que se benefician, ya que son cada vez más niños los que se escolarizan y salen formados y a su vez esos padres se involucran para que la vida de sus hijos sea mejor que a las que ellos pudieron acceder.

Departamento de Psicología
Nos quedamos sorprendidos de la dura tarea que día tras día realizan las hermanas en este barrio, sobre todo la hermana Ángeles o María como la conocen los vecinos, ya que a pesar de su edad y las dificultades de la vida, sigue dejándose la piel por ayudar a los más necesitados.

La hermana Mecho, acompañada de los profesores, nos enseñó la escuela y las nuevas obras, no solo como lugar físico sino también la importancia que supone para todas estas familias y para el barrio en general. Lugar de refugio para padres y alumnos donde la parte de atención psicológica pasa a primer plano y están muy agradecidos por ese nuevo proyecto, ya que se les brinda la posibilidad de ser escuchados sin temor a ser juzgados por lo que cuentan. 
Tuvimos la posibilidad de visitar otra de las casas de las hnas. situada en Nizao, allí nos esperaba la Hermana Encarna que nos enseñó la cruda realidad que viven los vecinos de está comunidad, marcada por grandes contrastes ya que a pesar de ser una zona bastante humilde las casas más pobres no están alejadas de las grandes mansiones de deportistas de élite. 

Visitamos La Noria, un lugar donde haitianos conviven como pueden con los pocos recursos que tienen, sus condiciones de vida son extremas y ni siquiera a los niños se lo ponen fácil cerrando la escuela que tenían alegando que "la escuela era un lugar donde se abría el corazón y la mente" y en la actualidad se ven obligados a andar dos horas para ir al colegio y al proyecto de Karit donde tienen acceso a la única comida del día.

Es parte de todos que está sociedad mejore, no se trata solo del dinero, sino de que seamos conscientes de valorar lo que tenemos. No podemos quedarnos mudos ante este grito de los más necesitados.


















"Muchos se quedan mirando al cielo esperando ver los pies de Dios, yo miro los pies descalzos porque mi Dios es Humano"



Seguimos caminando; Héctor, María y Loles

6 comentarios:

  1. He llegado del Campo de Trabajo en Zaragoza y me encuentro vuestros artículos. Gracias.
    Esos pies que hay que lavar, acariciar, besar, calzar, ayudar a recuperar la manera de andar con dignidad... esos pies son toda una maravillosa propuesta de proyectos, de compromisos, de dar la vida... Esos pies nos tienen en vela, nos mantienen despiertos, nos hacen esponjar el corazón y abrir la mano para todos aquellos que siendo hermanos nuestros viven en la necesidad de cambiar las circunstancias de la vida, de su entorno para recuperar la dignidad... esos hermanos son y serán siempre los que muevan nuestros pies calzados para acercarnos a ellos y abrazarles para recuperar la dignidad descalza, olvidada y 'machada' por la injusticia pero nunca perdida porque está grabada en su condición de hijos de Dios.
    Gracias a los tres por vuestros testimonios, por vuestra entrega, por vuestra manera de mirar 'al huérfano' que siempre en Dios encuentra compasión, que siempre en vosotros ha encontrado y encontrara acogida, respeto y servicio. Dios os bendiga.

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  2. Que duro es tenerse que"acercar"al necesitado para ser conscientes de sus necesidades. Somos incapaces de volver la mirada a ellos, de descalzarnos para asi ser mas veraces con su realidad. Gracias por ser nuestras manos(para ayudarles a levantar), nuestros brazos, (para darles cobijo), nuestros ojos (para quitarnos esa venda) y nuestro corazon (para darles nuestro amor) durante el tiempo que llevais alli. Solo transmitirles que NO ESTAN SOLOS!!!!

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  3. Gracias por esas experiencias que marcan la vida de vosotros, de ahí y de acá, no hay fronteras... Que hermosos son los pies del mensajero que busca La Paz, que anuncia la salvación... Vuestro paso bendice, y da vida a lo que creemos en Karit, hermanarnos todos llevar vida y construir puentes. Ánimo y seguid viviendo esa gracia de Dios. Hna. Arlyn

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  4. El Caliche... un gran proyecto transformador de verdad...
    Una alegría saber que se sigue creciendo y mejorando la gran tarea que realizan las Hnas cada día allá.
    Me ha encantado esa foto de los pies descalzos... con el polvo del camino, con la vida a cuestas...
    Os queda poco para preparar las maletas...ánimo.
    Muchos abrazos por allá!! Besos a los 3.

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  5. Precioso testimonio!! Me ha emocionado ver vuestra sensibilidad, amor y cercanía con nuestros hermanos más necesitados. Mucho ánimo y un abrazo enorme.

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  6. Me quedo con esa última cita de vuestro testimonio. Lleva a pensar, reflexionar...
    Besos.
    Maripaz

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