viernes, 1 de agosto de 2014

Con las Hermanas al fin del mundo


 Las hermanas se acercan a todos, enfermos, discapacitados, necesitados y en general a todos los que pueden ayudar para que puedan recibir su Comunión y transmitirles ánimo y cariño para seguir adelante, aquí os muestro imágenes de la Hna Cecilia visitando a los mayores, que como en muchos países, están olvidados y no reciben ni ayuda estatal y casi apenas familiar.




Otro caso de personas muy limitadas sobre todo porque  a su discapacidad física y/o psíquica se les une el relieve imposible del cerro con accesos en malísimas condiciones como veis en la foto, es la situación de los chicos que visitan el taller de Giraluna, que apoya Karit y de los que ya os hablé.







Os presento a Harry un chico CORAJE, con las piernas retorcidas y débiles que, el sólo, sube y baja con la ayuda de su carrito y un bastón para ayudarse en algunos tramos y poder asistir con mucha ilusión a la pequeña escapada que le brinda el taller, fijaros lo importante que es mantener este tipo de proyectos para ¨que estas personas tengan una excusa para salir , relacionarse y superarse.


Con la ayuda de la Hna Rosalina, que también visita enfermos y es responsable del taller, le hemos arreglado el carrito a Harry, pues se había caído ya un par de veces al estar rotas las ruedas y todo muy oxidado por la humedad ambiental tan alta, como veis, su felicidad ha sido inmensa cuando se lo hemos entregado.

5 comentarios:

  1. José Luis Gutiérrez2 de agosto de 2014, 2:20

    Gracias Elena por señalar la labor tan importante de las hermanas en todo este "entramado carmelita": congregación, ONGD, empobrecidos´, desarrollo... Sin ellas nada de esto sería posible, ellas son nuestra contraparte primera, las que siempre son de fiar, las que siempre se quedan, las que dan esa visión de primera mano que tan importante es para todos nosotros ¡Nunca las estaremos lo suficientemente agradecidos! Gracias por recordárnoslo.

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  2. Elena, es un gusto leerte porque palpas la vida y la ves crecer en las ilusiones de los más débiles y desfavirecidos. Viví en esas zonas y sentí ese clamor del pobre y palpe la alegría de un servicio dado con amor y con pocos que hacían muchos. Don entregado y vidas de servicio que sienten su recompensa con la alegría de un sillón reparado o de un taller que mueve a aprender y compartir. Que tus ojos sigan viendo la luz y las nuevas formas de hacer solidaridad. Un abrazo lleno del calor de tu tierra murciana. Hna. Arlyn

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  3. Poder llevar un poco de ilusión y de esperanza a los más desfavorecidos y hacerlo con entusiasmo, luchando con todo tipo de adversidades, enfrentándose a muros de indiferencia y de desprecio. Todo eso que cuentas también lo viví yo cuando estuve en otro sitio. Cambian un poco las caras de los protagonistas pero el esfuerzo y la dedicación son los mismos. Como dice José Luis, gracias por recordarnoslo

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  4. Qué, recuerdos.... Elena, leyéndote cierro los ojos y viajo de nuevo a esas tierras qué tanto,me aportaron... Un.beso muy fuerte, en especial a las hermanas qué nos abrieron sus puertas y sus corazones.
    Esto me da más y más ganas de hacer lo posible desde aquí.
    Silvia

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  5. Que alegria ver gente joven con ideales y realidades tan bellas.
    Un fuerte abrazo.
    Milagros

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