Tan solo nos quedan cuatro días para poner rumbo a República Dominicana, expectación, nervios y algo de incertidumbre se mezclan con la ilusión, las ganas y las sonrisas que queremos trasladar.
Maletas cargadas de esperanzas, trabajo y sueños, esperan volver llenas de cientos de nombres, cientos de historias y miles de sonrisas.
Los tres voluntarios que nos marchamos : Héctor, Loles y María queremos que viajéis con todos nosotros, queremos ser vuestros ojos, queremos ser el puente que nos una a la otra realidad más allá de nuestra pequeña burbuja.
Abramos el corazón, el viaje va a dar comienzo...
Me gusta mucho lo de ir más allá de nuestra pequeña burbuja. Es una buena definición de solidaridad. Estar en nuestra burbuja es el inconveniente más grande para acercarnos al otro, al empobrecido. Quizá todos los esfuerzos de Karit deberían centrarse en eso: hacer salir a las personas de sus pequeñas burbujas.
ResponderEliminarEspero que nos podáis ayudar en ello. Sois privilegiados por muchas razones, porque sois valientes y habéis dado el paso, porque váis a tener el contacto con una realidad que transforma, porque lo podéis compartir y asi, hacer ver a los que todavía estamos en la burbuja, como salir de ella. Gracias anticipadas por ello.
El mayor privilegio es poder compartir el mismo... vosotros podéis. Un abrazo.
EliminarNo olvidéis amigos que hay que volver. Ya lo dices Loles que queréis ser puentes. Puede haber varios objetivos en vuestro viaje, no sé cual es el importante pero si sé cual va a ser el que verdaderamente transforme: volver al centro de vuestra vida, volver a vuestra realidad siendo diferentes y viviendo de otra manera, la que hable y proclame en este mundo consumista, cansado, en crisis de sentido permanente.... que OTRO MUNDO ES POSIBLE y que somos capaces de hacerlo realidad. Esto no solo se dice, hay que vivirlo y esta experiencia que comenzáis será punto de partida de una manera nueva de vivir, de mirar el corazón de todo hombre y mujer de nuestro mundo. ¿Por qué? Por que con el contraste de nuestro privilegio y soledades con la pobreza y la alegría de allí descubriréis, eso deseo y espero, que algo puede y debe cambiar en vuestro corazón. Un abrazo, perdón tres.
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